El Monasterio de Santa Ana de Barcelona es una iglesia y antiguo monasterio, vinculado a la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalem desde el siglo XII, y situado en la calle Santa Ana, cerca de la actual Plaza de Catalunya. El conjunto da nombre al barrio de Santa Ana, uno de los integrantes del Barrio Gótico.
Se encuentra en pleno centro de la ciudad, en el barrio gótico, muy cerca del Portal del Ángel y de la Plaza Catalunya. La Iglesia de Santa Ana ha sido siempre un lugar de reuniones de templarios y caballeros esotéricos.
En la plaza destaca una antigua cruz de término o cruz de piedra, que solía estar ubicada cerca de la entrada de poblaciones, monasterios o al lado de los caminos y que tenía la función de dar la bienvenida o despedir a los viajeros o peregrinos. La puerta de acceso, de arco apuntado, es de alrededor de 1300.
La Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalem fue una orden de caballería católica que tiene sus orígenes en Godofredo de Bouillon, principal líder de la Primera Cruzada.
Según las opiniones más autorizadas comenzó como una confraternidad mixta clerical y laica de peregrinos, que creció gradualmente alrededor de los Santos Lugares de la cristiandad en Oriente Medio: el Santo Sepulcro, la tumba de Jesucristo. La devoción al Santo Sepulcro, fomentada por la epopeya de las cruzadas, floreció en Barcelona, como en todas las poblaciones del mundo cristiano, y fue el motivo para la construcción en 1067 de una capilla dedicada, en uno de los cementerios inmediatos a la catedral.
Tras la toma en 1187 de la ciudad santa de Jerusalem por los musulmanes de Saladino, la Orden se trasladó a Europa y se extendió por países como Polonia, Francia, Alemania y Flandes. Los componentes de la Orden siempre han sido distinguidos miembros de la nobleza europea. Actualmente subsiste dedicada al sostenimiento del cristianismo en Tierra Santa y conservando un papel honorífico y particular dentro de la Iglesia Católica.
Se encuentra en pleno centro de la ciudad, en el barrio gótico, muy cerca del Portal del Ángel y de la Plaza Catalunya. La Iglesia de Santa Ana ha sido siempre un lugar de reuniones de templarios y caballeros esotéricos.
En la plaza destaca una antigua cruz de término o cruz de piedra, que solía estar ubicada cerca de la entrada de poblaciones, monasterios o al lado de los caminos y que tenía la función de dar la bienvenida o despedir a los viajeros o peregrinos. La puerta de acceso, de arco apuntado, es de alrededor de 1300.
Según las opiniones más autorizadas comenzó como una confraternidad mixta clerical y laica de peregrinos, que creció gradualmente alrededor de los Santos Lugares de la cristiandad en Oriente Medio: el Santo Sepulcro, la tumba de Jesucristo. La devoción al Santo Sepulcro, fomentada por la epopeya de las cruzadas, floreció en Barcelona, como en todas las poblaciones del mundo cristiano, y fue el motivo para la construcción en 1067 de una capilla dedicada, en uno de los cementerios inmediatos a la catedral.
Tras la toma en 1187 de la ciudad santa de Jerusalem por los musulmanes de Saladino, la Orden se trasladó a Europa y se extendió por países como Polonia, Francia, Alemania y Flandes. Los componentes de la Orden siempre han sido distinguidos miembros de la nobleza europea. Actualmente subsiste dedicada al sostenimiento del cristianismo en Tierra Santa y conservando un papel honorífico y particular dentro de la Iglesia Católica.
La Iglesia de Santa Anna se comenzó a construir en 1141 por orden del Santo Sepulcro, en un estilo mayoritariamente gótico, todo y que su maravilloso claustro data del siglo XV, cuando se incorporó el monasterio de Santa Eulalia. Además de su valor artístico, la Iglesia de Santa Anna también llama la atención por su historia. Es la sede de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalem en España.
La simbología de la Orden está presente por toda la Iglesia y el claustro, donde podemos encontrar la Cruz templaria de Caravaca o del Santo Sepulcro, cruz patriarcal de doble brazo horizontal, También encontramos la insignia de una cruz formada por cinco cruces rojas.
Esta orden, formada por monjes guerreros, tiene su origen cuando el emperador Constantino I decide edificar un templo sobre la cueva donde supuestamente fue depositado el cuerpo de Cristo, y ordena que unos monjes sean los encargados de custodiarlo. En 1141 un grupo de canónigos de la Ordén llegaba a Barcelona enviados por el patriarca de Jerusalem. En 1145, se inician aquí las actividades de esta nueva fundación que se regía por la regla monástica agustiana , a imitación de la Orden del Temple.
Fueron unos monjes de la Orden del Santo Sepulcro los que, enviados en el siglo XII a Barcelona con la misión de asentarse en la ciudad e ir extendiendo su comunidad por toda la península, encargaron la construcción de un monasterio al arquitecto Ramon Amadeu, el mismo que da nombre a la plaza en la que se encuentra la iglesia. Los trabajos se alargaron durante tres siglos, hecho que explica que se entremezcle el estilo románico de su estructura con el gótico de varios de sus elementos y espacios, siendo claros ejemplos de este último el claustro, la sala capitular y la arquivolta gótica de la entrada.
Al tratarse de una construcción del siglo XV, el claustro es de claro estilo gótico pero en él ya se empiezan a vislumbrar ciertos detalles propios del renacimiento. De líneas bastante rectas y sobrias, al igual que el resto de la iglesia, el claustro cuenta con diez arcadas por cada uno de sus lados, observándose en los capiteles de sus columnas una sencilla pero cuidada decoración floral.
En el interior de la iglesia hay varias esculturas y retablos, destacando especialmente la capilla de los Perdones, con un grupo escultórico datado del siglo XV, y numerosos vestigios de la presencia de la orden del Santo Sepulcro en el monasterio. Según la tradición, en esta capilla se ganaban las mismas indulgencias que yendo en peregrinaje al Santo Sepulcro de Jerusalem. Además tenemos en su interior el sepulcro de un caballero templario, se trata de Miquel de Boera ( general en la batalla de Ravenna de 1512 y capitán de las galeras de las Españas).
Dos curiosidades, sobre el lugar. Por un lado, los masones tienen prohibida la celebración de reuniones. Y segundo, durante mucho tiempo multitud de peregrinos venían a visitar la Capella dels Perdons - asi era conocida popularmente la capilla del Santo Sepulcro - entre la víspera del 26 de marzo hasta la puesta del sol del día siguiente , ya que equivalía peregrinar a la original Jerusalem. Con ello todos los pecados eran perdonados.
Es una maravilla
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