La calle de los astrolgos y los brujos
A principios del siglo XV a esta calle se la conocía como la de Astruc Sacanera, es decir del astrólogo y brujo Sacanera.
Pero parece ser que la calle ya se denominaba “n’Astruc” en el siglo XIV, algo que sabemos por un registro catastral del 1358, e incluso mucho antes, en el siglo X, un tal Estruc Ca Carrera tuvo allí su casa.

Dos lápidas (placa conmemorativa) puestas en las paredes por el hipnólogo Ricard Bru, una al principio de la calle y otra al final, recuerdan que este mago Astruc Sacanera (que vivió en el siglo XV) vendía aquí mismo una pólvora especial y la famosa “Pedra Escurçonera” que permitía curar las picaduras de los insectos, incluso los más venenoso.
Casi enfrente del Corte Inglés de Plaza Catalunya, esta pequeña calle parece derivar de Astruc, nombre medieval o judío, según algunos, aunque en catalán la palabra “astrugança” quiere decir “suerte”.
El lugar exacto donde se encontraba la tienda de este mago se encuentra en el número 22 de la calle donde podemos ver un letrero que nos lo recuerda.
Otra curiosidad de esta calle mágica y diferente es que todas las puertas de sus casas tienen los números decorados con simbología relacionada con la brujería y símbolos esotéricos.
Y todavía hay mas aspectos mágicos en esta calle, en el número 14 podemos ver un edificio del siglo XVIII, en cuya fachada encontramos dibujos mágicos de carros arrastrados por animales fantásticos, plantas, y esqueletos.
Más tarde, en el siglo XVI, otro astrólogo de prestigio se instaló en esta calle, se llamaba Bernardo Granullachs y fue conocido por la elaboración de un lunario.
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